Extraído del libro «¡Convertíos! Se acerca el Reino de Dios» de Moisés María Aja de la Cruz

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“Oiréis hablar de guerras y de rumores de guerras (…) pero no es todavía el fin. Se levantará nación contra nación y reino contra reino…” (Mt 24, 6-7)
Cierto es que “guerras las ha habido siempre”. ¡Cuántas desde la Primera Guerra Mundial en el siglo pasado! Pero en estos momentos el Mundo es un polvorín. Lo más grave es que los bloques enfrentados disponen de armamento nuclear como para destruir el Planeta, si Dios no lo remedia.
En principio las guerras son consecuencia directa del pecado, que crea un clima de maldad en la medida en que se pierde la Fe. La Stma. Virgen anunció en Fátima el final de la 1ª Guerra Mundial, y el comienzo de la 2ª si el Mundo no se convertía; pero ni los gobernantes ni la Jerarquía de la Iglesia obedecieron su petición. Esto es una verdad histórica; quien no lo vea está ciego:
“Si hacen lo que Yo os digo…habrá Paz. La Guerra terminará. Pero si no dejan de ofender a Dios, en el reinado de Pío XI[1] habrá otra guerra peor (…) Para impedirlo vendré a pedir la Consagración de Rusia a mi Inmaculado Corazón y la Comunión Reparadora de los primeros sábados. Si atienden a mis peticiones, Rusia se convertirá y habrá paz; si no, esparcirá sus errores por el Mundo promoviendo guerras y persecuciones a la Iglesia. Los buenos serán martirizados ”[2]
Nos dice la Palabra de Dios que “el pecado es la decadencia de los pueblos” (Prov 14, 34) y que “La paga del pecado es la muerte” (Rom 6, 23). Pero las naciones cierran sus oídos a los Mensajes del Cielo como consecuencia de la pandemia espiritual de la Apostasía. Por eso las guerras se extienden por el Mundo. Nos esperan más guerras civiles y una Tercera Guerra Mundial, de la que ya está encendida la mecha. “Se levantará nación contra nacióny reino contra reino” (Mt 24,7).
>En la mención a las guerras hemos de incluir también el Terrorismo. Es una forma de guerra encubierta, con atentados que crean un clima de pánico, al servicio de fines políticos tan inhumanos como los medios que emplean para conseguirlos. Baste como ejemplo, que “en 2014, se produjeron en el Mundo un total de 13.463 atentados terroristas que causaron más de 32.700 muertos, 34.700 heridos y 9.400 personas secuestradas o tomadas como rehenes”[3].
Después del terrorismo de ETA en España y de las FARC en Colombia, la peor amenaza terrorista la llevan a cabo yihadistas islámicos. Su maldad ha llevado a desencadenar guerras, como en el caso de IRAK tras los atentados en Nueva York (11/09/201). En Madrid (11/03/2004) la masacre fue 3 días antes de las elecciones generales y, según algunos, pudieron determinar el resultado de estas. Que los atentados son instigados por Satanás no nos cabe duda. Recordemos el de París (13/11/2015) en la sala Bataclan. En aquellos momentos el grupo de rock duro “Eagles of the death metal” (Águilas del metal muerto) cantaba la canción “Besa al Diablo”. Las víctimas repetían al unísono “Yo amaré al Diablo. Yo le besaré en la lengua”[4]. Y el Diablo les devolvió el beso de la muerte.
Viendo el Mundo occidental inundado de mezquitas llegamos a pensar que desde hace tiempo, el Islam es un instrumento del Castigo Divino al Mundo occidental, que ha apostatado de la Fe.
>El genocidio del Aborto.- Lo mencionamos de nuevo en este marco. Es una brutal degradación de la naturaleza humana, pues ni los animales abortan a sus crías; y es una corrupción del pensamiento porque la muerte de los inocentes a manos de sus progenitores, lo han elevado a la categoría de derecho humano. Son crímenes más horribles que el de Caín y, como entonces, Dios dice a esta Humanidad: La Sangre de tantos inocentes “clama ante Mí desde la Tierra” (Gen 4,10).
> ¿Próximas guerras civiles en occidente? Hay un texto de la Salette que nos lo anuncia: “Francia, Italia, España e Inglaterra estarán en guerra; la sangre correrá en las calles, el francés combatirá con el francés, el italiano con el italiano; luego habrá una Guerra General que será espantosa”[5].
Parece ser que la mística francesa Marie Julie Jahenny profetizó que en Francia “Habrá guerra civil entre los musulmanes franceses y los franceses cristianos”. No sería de extrañar puesen este País residen seis millones de musulmanes, y todavía están vivas las imágenes de los atentados de 2015 en París.
Hay varias revelaciones, de hace pocos años que, respecto a España, tan agitada por el separatismo marxista y con más de 2 millones de musulmanes, nos advierten: “Pedid mucho por España…La sangre correrá por toda España; así que…no penséis en las cosas terrenales…”[6]
[1] “En el reinado de Pío XI”. Parece ser que el Papa Pío XI creyó que la Alemania de Hitler podía ser un bastión frente al Comunismo ruso y al liberalismo de la Revolución francesa. Un amplio sector católico apoyó la elección de Hitler el 26 de marzo de 1933, y se firmó un Concordato con el Vaticano. Alemania no era todavía la potencia en que se convirtió al llegar 1938. Pío XI esperaba que la Iglesia podría ejercer la libertad religiosa y de educación en Alemania. Pero Hitler no tardó en violar el Concordato y perseguir a la Iglesia. En 1938 comienza un expansionismo en el centro de Europa, a costa de Austria y Checoeslovaquia. El 1 de septiembre de 1939 ataca a Polonia. El 3 de dicho mes, Gran Bretaña y Francia, aliados de Polonia, declaran la guerra a Alemania. Comienza así la 2ª Guerra Mundial.
El Papa Pío XI se había dado cuenta de que la Bestia Nazi se le escapaba de las manos. Por eso, el 14 de marzo de 1937 publicó la encíclica “Mit brennender Sorge” (Con ardiente inquietud) en la que condenaba el Nazismo y alentaba a los católicos alemanes a sobrellevar la dura situación. Así pues, la Guerra se fraguó durante el pontificado de Pío XI, que murió unos meses antes de su comienzo (en febrero).
[2] Carmelo de Coímbra, “Un Camino bajo la mirada de María”, c. III, 4 y 5.2.
[3] National Consortium for the Study of Terrorism and Responses to Terrorism, 2015.
[4] http://hispaniae.blogspot.com/2015/11/
[5] Mensaje de La Salette, p. 19
[6] S. Juan Bautista, a una mística de un Grupo de Oración del Padre Pío, en agosto de 2002.
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Fuente: mensajerosdelavida.es
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